lunes, 20 de octubre de 2008

Poema Triste




Otra vez clavaste tu flecha en el centro del poema
una vez mas dejaste silenciosa mi palabra.
¿Hasta donde llega tu benevolencia noble
abandonando incauto en tus guardianes
el cuidado y la certeza de tus actos?
Cual es la honra del honrado si le quitas
tres vetas de maderas para tallar una angustia.
Tu me comprendes, ¿verdad?
¿sabe tu grandeza comprender mi minúsculo estallido?
Otra vez, hija de Júpiter, Artemisa,
tu saeta ha paralizado el corazón de mi poesía,
matando en un minuto la voz que lloraba de congoja.

La figura de una rima triste vaga por los muros
plagada de abandonos y desdichas,
como un gato que busca escapar de la sombra
que proyecta sin recelos la fase clara de la luna.

Se ha enturbiado la esencia en mi bosque de escarlata,
y entre defunciones imprevistas y penas cotidianas
el cielo se ha sentado perplejo en los espejos del mar,
buscando explicaciones en el origen de sus aguas.

Detrás de los telones de ésta escena,
miro aniquilado sangrando de ausencias
la garganta cortada de mi último verso.

Walter Faila

1 comentario:

Analia Colazo Bidegain dijo...

Querido Walter;
tus versos siempre poseen ese brillo tan humano y sublime que embelesa al leerte, que la luz de tu esencia siga siendo siempre asi brillante y maravillosa, te dejo mi saludo de amistad.
Sol