domingo, 29 de marzo de 2009

Remembranzas

Es mucho más, amada mía

Es entrar en el cuarto y percibir la palabra
de tu voz que no habla, de tu voz que no dice

Es mirar al espejo y observar tus cabellos,
anudando en tus trenzas los pedazos del tiempo.

Es entrar en un libro y leer en tus ojos
la pestaña del beso parpadeando en la ausencia.

Y es perder el origen en las manchas de hollines
que rellenan de humo el mural de tu vida..

Y es buscar sin distancias en tus senos de agua
Y es bucear en el vientre de tu húmedo olvido.

Es crear en las sombras tu luz y cadencia
Y es morir en tu nombre, y es vivir en tu grito.

Es mucho más, amada mía

Mas que tu imagen tallada
en retazos de ébano y peñascos de auroras

Mas que el mausoleo de lívidas estrellas
en que guardas celosa tu rastro y tu memoria.

Es mas que esta escoria de un manojo de letras
en que oculto la sombra de tu tímida gloria,
cuando al hablarte trazo éstos versos de angustias
y mi ebria tristeza cojea sin rumbo
ante los ojos llorosos de la pálida luna.-

Walter Faila

Remembranzas contritas

Es un niño viejo que camina en la infancia
Descolando barriletes en el tiempo
Cazando mariposas en su barba.

Es un cuerpo etéreo en la tormenta
Con olor a heno, a barro y bosta de relojes.
Con perfume a fresas verdes
a pólvora, a cobre y a cuchillo
A besos de amantes, a burdel y prostitutas.

Es la fragua ciñéndose a mi pecho,
por tu boca celeste y tu mirada negra
Por tu ebria aventura, por tu noche sucia.

Es la pierna aserrada de la nube
Un dios vegetal con su sexo de abeja.

Es algo mas que el orfanato de mi alma.

Es buscar la mañana y encontrarla dormida
Es hurgar en la tarde con los ojos cerrados
Es mancharse los dedos con las sombras del sol.

Es hablarte y decirte, aunque se que no escuchas,
que en mis letras se rompen tus vocales sin verbos
que conjugo tus años en paredes mugrientas
que tu mármol me ofrenda epitafios de luna.

Es algo mas, amada mía.

Es exceso y quebranto, es cincel y martillo.

Es mirarte sin ojos y es beberte sin prisa
Es tallar la memoria con las manos vacías

Es quedarse analizando cada huella
cuando el camino está lleno de malezas
y el paso se hizo rastro al otro lado de la vida.

Walter Faila

sábado, 28 de marzo de 2009

Ojos Negros

No pude besar sus ojos negros
Esos ojos que no conseguían contener el llanto.

No supe implorar el beso
en el sesgo otoñal donde imperaba
cortejando el misterio y convocando al colapso.

Entonces me perdí dibujando coronas en mis sienes
Roto de tiempo en la cordura,
sin rencores, sin gritos, sin negaciones ni egoísmos

No insistí en entenderla ni juzgarla;
si al fin y al cabo la vida sigue impura
y ya no importa si blasfeman los pájaros
cuando la procesión se vuelca por el aire
oliendo a biblia con sus alas de azufre.-

Que importa si no puede besar sus iris
y su llanto se hizo flaco en la pobreza
y millonarios de penas sus arpegios
me cuestionaron los besos no alcanzados.

Si después de todo nunca supe el momento
que mancharon de barro los pétalos de las rosas,
ni cuándo se cayó de sus piernas la vergüenza.

No aspiré a persuadirla ni vejarla
Porque jamás me enteré cuando fue adjetivo
Ni advertí las palabras cuando huyeron
temiendo y temblando por la ira de un poema.

¡Qué importa si no pude beber sus lágrimas!

Ya vendrán, tal vez, otros ojos negros
y serán como el bosque en medio de la noche
y el verbo se desgajará en su tala
y mi boca se posará en sus iris,
y una y otra vez
me dolerán los labios al besarlos.

Walter Faila

lunes, 23 de marzo de 2009

Dédalos Nocturnos

Me dijeron que te fuiste caminando por el tiempo.
Que relojes herbívoros tragaron tu paso de amapola.
Que por morder el sol te quedaste sin aliento
con el rostro arañado de pálidas estrellas.

Me dijeron que arrullando los labios de los verbos
te vieron besar la piel de la nostalgia,
y rompieron los mágicos potrillos del recuerdo
en una estampida de sangre el redil de la memoria.

Entre aspas de mármol y siluetas de quebracho
me dijeron que te vieron pasar por los refugios,
amarrada a los líquidos verdosos de la lluvia
con dos coplas suicidas de amor y de intemperie.

Que sentada en el idioma irascible de los versos
sin respaldos de esperanzas en tu marcha irreversible,
te observaron con signos enquistados en ausencias
en los puentes anversos a la edad contemporánea.

Desdoblando campanas en dédalos nocturnos
con tu néctar decantado de derrota y de combate.

Recostada en tálamos de otoños ambarinos,
me dijeron que te vieron
en el hospicio celestial de los poetas,
zurciendo las guerrillas de tu alma
con las hebras del enigma adornando tu cabeza.

Walter Faila

lunes, 2 de marzo de 2009

Como las notas de un tango

Sutil de entre las grietas emanas cual palabra,
tanteando vocablos en las sombras de la idea.
Falsificas embustera y demagoga una alegría.
Das frutos en la piel y erosionas el suspiro.

A veces te descubre sediciosa mi retina.
Te embriaga insaciable bebiendo adversidades.
Te muda por las bocas vehementes del instinto
y te acopia en silos de espíritus nocturnos.

Yo sigo en ti como las notas de un tango
que tristemente se esparcen por las nubes
buscando el adjetivo que me lleve hacia tu boca
inquiriendo tu silueta en las siluetas de la urbe.

Porque tu hambre de Artemisa me obliga
a tenderme como alfombra en el Olimpo
Porque me duelen las pisadas de tus dioses
y mi alarido es mas fuerte que el gemido.

Sigo como un salvaje que busca el alimento
en las carnes de un ciervo que escupe metáforas,
y salgo a la caza de las serpientes que reptan
dejando huellas de oscilación entre mis verbos.

Sigo porque el nirvana del idioma me libera
cuando la cadena del instinto es un grillete
en la psicosis mística de mi cerebro fósil.

Porque fue de misterio la niñez umbría
y mi voz se elevó sobre las copas de los árboles
para acariciar tu corazón sin rostro
para besar la llaga de un linyera en el crepúsculo.

Yo sigo en tu palabra porque nací del silencio,
y la mudez de la madrugada atormentó mi grito.
Sigo en ti como las notas de un tango
pegado a tu baile de seducción y de capricho.

Walter Faila