Me dijeron que te fuiste caminando por el tiempo.
Que relojes herbívoros tragaron tu paso de amapola.
Que por morder el sol te quedaste sin aliento
con el rostro arañado de pálidas estrellas.
Me dijeron que arrullando los labios de los verbos
te vieron besar la piel de la nostalgia,
y rompieron los mágicos potrillos del recuerdo
en una estampida de sangre el redil de la memoria.
Entre aspas de mármol y siluetas de quebracho
me dijeron que te vieron pasar por los refugios,
amarrada a los líquidos verdosos de la lluvia
con dos coplas suicidas de amor y de intemperie.
Que sentada en el idioma irascible de los versos
sin respaldos de esperanzas en tu marcha irreversible,
te observaron con signos enquistados en ausencias
en los puentes anversos a la edad contemporánea.
Desdoblando campanas en dédalos nocturnos
con tu néctar decantado de derrota y de combate.
Recostada en tálamos de otoños ambarinos,
me dijeron que te vieron
en el hospicio celestial de los poetas,
zurciendo las guerrillas de tu alma
con las hebras del enigma adornando tu cabeza.
Walter Faila
1 comentario:
¿Cómo puedes crear tanta hermosura?
Por favor explícame qué le diste a esas musas que están contigo a toda hora.
Gracias! gracias! gracias! por tanto deleite!¡aún a pesar de la tristeza!
Mis cariñosos saludos!
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